Porque el lugar en el que una niña o niño nace no debería determinar el acceso a sus derechos, condicionar su desarrollo y limitar sus oportunidades futuras.
Invertir en la niñez trae resultados positivos y rentables para la sociedad en su conjunto, puesto que las niñas y niños son la base sobre la que se construyen las sociedades. Así, lograremos mejorar las condiciones que viven las niñas, niños, adolescentes y jóvenes impactando en sus vidas logrando un efecto multiplicador.
“No descansaremos hasta que todos los niños vivan en una familia y ejerzan sus derechos”