Aldeas Infantiles SOS alerta que existen aproximadamente 500 niñas y niños afectados por el desborde de la quebrada Itayuru, en la emergencia de Entre Ríos, Tarija. Muchos de ellos perdieron sus casas, escuelas, juguetes y han despertado traumas por el desastre, además quedaron expuestos a múltiples riesgos. “Quedaron asustados y expuestos a inseguridad”, comenta Marcelo Vargas, Gerente de Programa de Aldeas Infantiles SOS en Tarija.
Por su parte, Justo Flores, Primer capitán guaraní de la comunidad Filadelfia, en Tarija, comenta, “lo que nosotros necesitamos es ayuda con los niños, ellos están muy asustados, cuando escuchan truenos o ven que comienza a llover, se asustan y lloran, tienen miedo de que se los lleve la quebrada”.
A la vez, siete son las personas fallecidas por los desastres, de las cuales cinco son niños pequeños y dos son madres jóvenes. Aún quedan tres personas desaparecidas, de las cuales dos son niños y una es mujer.
El desastre natural está provocando que existan muchas necesidades humanitarias en la zona de emergencia, pues la falta de alimentos, agua potable, comunicación, escuela, afectaciones emocionales y exposición a problemas de salud, especialmente de COVID-19 u otras enfermedades, está afectando directamente a los niños, niñas y adolescentes.
Las niñas y niños son los más vulnerables en las emergencias
Según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y la experiencia de Aldeas Infantiles SOS en Bolivia en más de 20 años de experiencia atendiendo a niñas y niños damnificados por desastres naturales, en situaciones de emergencia, las niñas y niños quedan expuestos a los siguientes riesgos:
- Exposición a enfermedades: la falta de acceso a hospitales, las circunstancias climáticas, las condiciones de higiene en la zona de desastre puede hacer que los niños y niñas sean más vulnerables a contraer enfermedades crónicas que afectan su crecimiento, así como a brotes epidémicos e infecciones, como incluso mayor riesgo de contraer COVID-19.
- Efectos psicológicos negativos: la interrupción a la tranquilidad de los niños y niñas en consecuencia de la emergencia, genera traumas y secuelas que alteran su desarrollo emocional, sus capacidades cognitivas y su inclusión en la sociedad.
- Separación de sus familias o pérdida del cuidado familiar: la separación de las familias de los niños y niñas, ante posibles muertes de sus padres o apoderados, o el desplazamiento de las poblaciones debido a la emergencia, generan riesgo a que los niños y niñas pierdan el cuidado de sus familias, además el estrés y la pobreza de las familias puede generar violencia y a futuro la posible desintegración familiar.
- Riesgo a violencia: el ambiente de caos en que conviven los niños y niñas después del desastre, los dejan expuestos a explotación, abuso sexual y violencia física, psicológica, etc. pues la precariedad de la economía y otras causas sociales que se agudizan posterior al desastre, imposibilita que los padres tengan tiempo y voluntad para proteger a sus hijos.
- Interrupción de la educación: producto del impacto del desastre sobre infraestructuras escolares o el uso de escuelas como albergues, suele relegarse el derecho de los niños y niñas a la educación, así como a generar ausencia a clases o a teleeducación debido a la ausencia de tiempo, espacio e incluso comunicación.
Informes y contactos:
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Responsable de Comunicación
Programa Tarija de Aldeas Infantiles SOS
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Gerente de Programa
Programa Tarija de Aldeas Infantiles SOS
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