Un nuevo comienzo para Dionisia y su familia

En el canal, comenzaron a recibir la ayuda de la gente, pues Dionisia se había quedado sin trabajo debido a la pandemia y a que sus nietos aún eran pequeños y necesitaban de alguien que los cuide. Su historia conmovió a los cochabambinos. Víveres, ropa y algunos enseres, además de dinero, comenzaron a llegar. También hubo personas que le pidieron un número de cuenta bancaria para depositarle su solidaridad. Ella no tenía cuenta, pero sí el papá de sus nietos. Dionisia no supo ni sabrá nunca cuánto dinero le depositaron. Su yerno un día desapareció con los aportes de la gente.

Sin dinero, sin trabajo y sin ayuda comenzó a buscar formas de mantenerse. Antes de la pandemia, ella limpiaba casas, pero las estudiantes brasileñas para las que trabajaba no habían podido volver al país por el cierre de fronteras y las restricciones a los viajeros. Como muchos otros bolivianos Dionisia trabajó en lo que pudo para mantener a sus nietos Aldair, Dana y Jazmín.

“A veces quería tirar la toalla. Ya no podía ayudarles con sus tareas. Lo mismo cuando se enfermaban. No sabía muy bien qué hacer. Un día estaba buscando ayuda en el SLIM de Cochabamba. Ahí estaba un funcionario de Aldeas Infantiles. Él me escuchó y me dijo que lo llamara para ver cómo podían ayudarme”.

Ese encuentro casual sirvió para que Aldeas Infantiles SOS tome contacto con Dionisia y se activó el servicio de Familia Ampliada, para evitar su separación. Precisamente, una de las áreas más importantes de trabajo de Aldeas Infantiles es la prevención del abandono infantil, es decir, que niñas y niños continúen desarrollándose en un entorno familiar seguro.

“Cuando los padres biológicos no se hacen cargo de sus hijos, una de las respuestas inmediatas es trabajar con la familia ampliada y darle la contención y respaldo necesario”,dice Marco Aguilar, Asesor de Desarrollo Familiar de Aldeas Infantiles en Cochabamba.

Aldeas Infantiles SOS acompañó a Dionisia, primero atendiendo sus necesidades urgentes de recursos y enseres para el cuidado de sus tres nietos. También recibió asesoramiento y capacitación para fortalecer sus habilidades parentales.
 

“Aprendemos cómo cuidarlos cuando están enfermos o cuando están tristes. También el apoyo que tenemos que darles cuando tienen problemas en la escuela. Siempre nos preguntan cómo estamos y eso me agrada, porque se preocupan por nosotros”, dice Dionisia.

 

Aguilar, cuenta que, por ejemplo, parte del trabajo de fortalecimiento familiar y de las habilidades parentales es promover estilos de crianza basados en el respeto mutuo, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos de manera pacífica.

Ahora, Dionisia y sus tres nietos ven el futuro con optimismo. Ella está concentrada por completo en las niñas y niños y, hasta ahora, no ha tenido necesidad de acudir de nuevo a la tele para pedir ayuda, porque dice, tiene ya las herramientas para ir rumbo a la autosuficiencia.