Madre Protectora
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Como me descubrí como una madre protectora

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Silvia muestra con orgullo el mandil que costuró para vender. Ella y sus seis hijos: Franklin, Zaida, Cliver, Elisabeth, Kevin y Adilson, están emocionados con el pequeño emprendimiento que está empezando y que en adelante será el sustento de la familia.

“Hace un par de años no veía posible poder cuidar a mis hijos y mucho menos tener un negocio. No teníamos el apoyo del papá de mis hijos, vivíamos en dos cuartos de adobe que una vecina nos dejó ocupar, no teníamos ni para la comida, estaba segura que no podría salir adelante”.  

Aldeas Infantiles SOS llegó a la vida de Silvia y sus seis hijos a través de la Defensoría de la niñez y adolescencia del distrito 3 en Sucre. Después de una valoración inicial la familia ingresó como participante del servicio de Contención Familiar.  

Desde su ingreso al servicio, Aldeas Infantiles SOS trabajó en empoderar a Silvia para que active su Modo Protector y sea capaz de cuidarse y cuidar de sus hijos con amor. 

“Tienes que cuidarte y cuidar a tus hijos, tienes que escucharlos y entenderlos de acuerdo a su edad, nunca los maltrates, me decía mi Asesora de Desarrollo familiar, eso se me quedó. Mis hijos están creciendo, confían en mí, eso me da fuerzas para seguir adelante”.  

Durante casi tres años, con el apoyo de Aldeas Infantiles SOS, Silvia trabajó sus competencias protectoras, escuchando a sus hijos, jugando con ellos, apoyándolos en sus estudios y abriendo espacios para que se capaciten. Paralelamente ella aprendía corte y confección de mandiles, blusas y ropa deportiva en un instituto de la ciudad.  

“Con el apoyo de Aldeas Infantiles SOS, aprendí a escuchar los deseos de mis hijos, a jugar con ellos y me ayudaron a creer en mí, por eso estudié corte y confección de blusas y ropa deportiva”.  

Con la capacitación y las habilidades de Silvia en la costura, la familia armó un plan de ahorros para comprar una máquina de coser y comenzar un emprendimiento propio. El pasado año su meta se cumplió y con el apoyo de Aldeas Infantiles SOS adquirieron dos máquinas profesionales.  

A principios de año Silvia y sus hijos lograron cambiarse de vivienda, ahora viven en condiciones que les permiten tener espacios para la cocina, los dormitorios y un área de costura para su emprendimiento.  

“Aquí trabajo, cuido y apoyo a mis hijos en sus estudios, puedo estar a su lado para animarlos a que terminen sus tareas, mi deseo es estar a su lado y que puedan confiar en mi”. 

Silvia tiene muchos planes para el futuro como impulsar su negocio y llegar a tener una vivienda propia, aunque su principal plan es continuar descubriendo sus capacidades de madre protectora y así apoyar a sus hijos a que puedan cumplir sus sueños.