Carla con sus alimentos
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No hay mejor medicina que el amor de una familia

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Hoy quiero contarles una historia sobre una mujer llena de fortaleza y su familia. Esta es la historia de Carla. Carla tiene 43 años, ella y su esposo tienen dos hijos muy sociables. La familia vive en la ciudad de El Alto, desde hace 10 meses son parte del servicio de fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS.

Carla padece de diabetes, a causa de esta enfermedad vivió momentos muy difíciles en su vida. Ella creció sin sus padres que murieron en el hospital, ella no sabe la causa exacta, pero piensa que fue la diabetes también la que los alejó de su lado dejándola al cuidado de sus tíos. Ella recibió lo necesario de las personas que estaban a cargo de su cuidado, pero al crecer recuerda extrañar a sus padres en varios momentos de su vida.

Cuando llegó a la adolescencia enfermó, pero por la falta de recursos económicos no pudo recibir la atención necesaria, ella cuenta que no le daba mucha importancia a comer sano o el tipo de alimentos que ingería y menos a su salud en general. Dentro de los alimentos que prefería comer estaban: los helados, las gaseosas y galletas, un almuerzo o frutas saludables no eran su elección. Al crecer hubo momentos en los que se sintió sola y triste, sentía que no tenía con quien hablar de las cosas que la preocupaban.

Pasó el tiempo y conoció a Frank, con quien formó su hogar. Luego de casarse un día Carla enfermó y terminó en el hospital por una úlcera. Como en el hospital no sabían que tenía y no declaro ninguna enfermedad de base, le colocaron suero. Lo que no sabían es que Carla sufría de diabetes y colocarle el suero solo empeoró su condición. Al conocer su estado de salud Carla entró en una profunda depresión al grado de dejar de comer y provocarse una anemia severa.

Con el tiempo, el apoyo y amor de su familia hoy Carla comprende la enfermedad que padece y entiende la importancia de cuidar su alimentación y sobre todo la importancia de cuidar su vida. Cuando habla sobre su salud ella dice: “Me di cuenta que todos llevamos enfermedades dentro y que, si no nos cuidamos, estas se activan y no hay vuelta atrás. Por ello debemos ser cuidadosos para vivir felices y tranquilos. Ese descuido que tuve cuando era niña, en mi salud me salió muy caro, debí haberle dado más importancia, también me di cuenta que sin salud no se puede trabajar, mucho menos cuidar a tus seres queridos y además que las enfermedades llegan con dolor y llanto. Hoy después de 4 años enferma estoy mucho mejor, con la ayuda de Aldeas Infantiles SOS pude consultar con un especialista y conocer en que consiste la diabetes. También pude visitar una nutricionista, atención odontológica y sobre todo apoyo moral para seguir adelante. Agradezco a mi familia que siempre estuvo conmigo y siempre está apoyándome”.

Actualmente la familia se caracteriza por ser unida y muchas veces comparten momentos los domingos cuando juntos asisten a su iglesia. Lograron juntos aprender a cocinar comida con poca sal y azúcar, también a consumir comida saludable. En esta época de cuarentena comprenden la importancia de mantenerse a salvo y evitar contagios, por esta razón implementaron un espacio de bioseguridad a la entrada de su casa para cuando salgan a la calle. Carla y su familia hoy tienen nuevos retos y un panorama claro sobre lo que quieren conseguir juntos, saben que no todo es fácil, pero están seguros que juntos como siempre, todos sus sueños son posibles.