Inspiradoras
– octubre 4 2019
Al despertar
Inspiradoras
En el barrio de Alto Florida de Cochabamba la mayoría de las mujeres despierta a las seis de la mañana, menos la joven Eulogia.
Esta mamá de cinco hijos, esposa de un ex preso, vendedora de dulces en una escuela, albañil de su propia casa y enfermera de dos hijos discapacitados es el vivo testimonio de fuerza que se levanta entre las tres y cuatro de la madrugada. Despertar para ella es el inicio de una maratón.
Aunque Eulogia tenga la piel cansada a su corta edad, tiene la mirada firme porque sus objetivos están claros y nada podrá quitarle el sueño de que sus hijos crezcan en una familia unida, ni siquiera la muerte.
Matías, Benjamin, Lorenzo, Julia y Nilda son los hijos que siempre ha querido, aunque dos tienen una enfermedad congénita que golpea sus huesos, órganos y mente que los ha desahuciando a morir en los próximos años. Eulogia lucha cada día por darles alegría y la mejor calidad de vida.
A pesar de que su esposo la ayuda y nadie quiere contratar a un ex preso, Eulogia sabe administrar el dinero y generar más ingresos. Despierta temprano para dedicarse a la cocina, luego madruga para tomar su carretilla de dulces y venderlos en una escuela de su barrio. No puede descuidar la economía porque su familia aún paga una deuda bancaria por la casa donde viven.
Recientemente su familia recibió una de las viviendas del gobierno, pero le costó mucho sacrificio. Junto a su esposo trabajaban de albañiles de su propia casa, colocaban ladrillos en las paredes y derramaban el sudor necesario para al fin tener donde dormir.
Eulogia y su familia conocieron a Aldeas Infantiles SOS hace 3 años, llegaron al servicio de Fortalecimiento Familiar que implementa con el municipio. Cuando empezaron a tener apoyo, la familia estaba a punto de quedar en situación de calle y atravesada mucha violencia.
“Yo tenía mucho miedo de que no podamos salir adelante, con mis hijitos enfermos y sin nada que comer, podía pasar lo peor. Más bien los de Aldeas me ayudaron”, comenta Eulogia.
Desde entonces, sus hijos han recuperado fuerza, iniciaron tratamientos médicos y han mejorado la relación con su familia. Eulogia y su esposo han tomado terapia de pareja, aprenden a leer y escribir y tienen asesoría para mejorar sus ingresos.
Eulogia es la líder de su familia, y aunque aún le resta camino por recorrer, su actitud persistente y el sueño de que sus hijos tengan una vida exitosa la motivan a levantarse temprano, no importa si hace frío, no importa si está cansada, lo importante es tener a la familia unida.
Eulogia es una persona irremplazable. Si no fuera por su fuerza de voluntad quizás sus hijos habrían quedado en la calle o en algún centro de acogida, pero su lucha constante le está dando un giro a su realidad.