LISTOS PARA SEMBRAR NUESTRA HUERTA FAMILIAR

Todas las familias de cuidado alternativo del Programa de Aldeas Infantiles SOS en Sucre, prepararon con mucho entusiasmo la inauguración de sus huertas familiares, donde podrán sembrar hortalizas y frutas, para su consumo diario, además de apoyar en la conservación del medio ambiente.  

Varios niños, niñas y adolescentes, de algunas familias se levantaron muy temprano y fueron a regar las plantas sembradas en los huertos familiares y se alegraron porque hoy, ellas serían las protagonistas del día.  

  • “Nuestras plantitas, están creciendo fuertes y sanas”, decía Mauricio, mirando como crecieron los brotes de acelga que colocaron hace un par de semanas.  

Rocío y Carlos, prepararon muy entusiasmados dos números musicales, para deleitar a los invitados durante la inauguración.  

La inauguración, debido a la pandemia, fue virtual y contó con la participación de los financiadores del proyecto de huertas familiares: Fundación Helvetas y Fundación Alternativa, quienes brindaron algunas palabras por la ocasión y felicitaron a cada familia por ser parte de este proyecto dirigido a mejorar su alimentación y ayudar al medio ambiente.  

Cuando llegó el momento de la participación de Carlos, tomó su quena e hizo sonar una melodía que fue del gusto del público virtual y presencial. 

  • “¡Otra! ¡otra! decían las niñas y niños, para volver a deleitarse con la música”.  

Finalmente, Mario y su mamá SOS, se encargaron de realizar el corte de cinta. Tomaron fotografías, visitaron las huertas familiares y se alegraron de saber que en pocos meses podrán cosechar los primeros frutos de su esfuerzo en familia. 

ALIMENTÁNDONOS NUTRITIVAMENTE 

Sandra es madre de siete hijas e hijos, de los cuales todavía cuatro son menores de edad. Ella tuvo que buscar diferentes maneras para conseguir alimentos. “Todos los días salía muy temprano a trabajar y llegaba en la noche muy cansada. A veces no encontraba trabajo y todo era en vano”, dice Sandra, recordando los momentos difíciles que tuvo que pasar. 

Sus vecinos, después de ver la difícil realidad por la que su familia estaba atravesando, la orientaron para que pueda ser parte del servicio de fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS. El proceso inició con terapias psicológicas y apoyo económico para la alimentación de la familia. “Antes me descuidaba de la alimentación, no tenía una buena comunicación con mis hijos y, ahora, somos más unidos y siento que mis hijos me tienen confianza”, comenta Sandra. 

Sandra, también, con un poco de impulso, estudió la carrera técnica de gastronomía, un sueño que pudo lograr obteniendo su título el año 2020. También participó en talleres de capacitación para aprender sobre alimentación nutritiva y, durante la cuarentena por el Covid19, participó de talleres virtuales para tener su propio huerto familiar.  

“Me siento bien, me siento capaz de hacer las cosas. Todo lo que he aprendido, ahora lo aplico con mi familia. Todos los días cocino comidas nutritivas y me siento muy inspirada para mejorar cada día la alimentación de mis hijos. ¡Sé que pronto estaremos mejor y mejor y mejor!”.   

RESPONSABILIDAD + AMOR = PROTECCIÓN

Todas las mañanas los integrantes de la familia Limachi se levantan temprano para cumplir con los hábitos de limpieza personal que aprendieron en la pandemia paso a paso. Isabel, la mamá, calienta el agua en una olla grande y luego reparte, en bañadores, un poco a cada uno para empezar con el lavado de las manos. 

Con mucha agua tibia y jabón líquido, frotan dedo por dedo minuciosamente, a tiempo de practicar la tabla de multiplicar o cantando “tus manos lava bien antes de comer, después de jugar…”Son momentos divertidos que los cuatro hermanos pasan hasta terminar con la limpieza, antes de desayunar y pasar clases virtuales.  

De rincón a rincón 

Don Faustino, papá de la familia, se caracteriza por ser muy responsable con la salud de toda su familia. Él, al igual que sus hijos, realiza el lavado de manos en el llamado “Rincón de la bioseguridad”. “Quiero ser un buen ejemplo para mis wawas, demostrarles que ellos son lo más importante para mí” dice mostrando preocupación cuando se habla de la pandemia. “Si nos llegara el Covid a la familia, sería una tristeza y preocupación para todos, no queremos que nadie enferme en mi casa” añade y se coloca la mochila de desinfección que compraron para dedicar toda la mañana del domingo a la desinfección de la cocina, cuartos, baño y patio de la casa para mantener segura a su familia.  

Aprendió a preparar la lavandina para que sea efectiva, “matando todos los virus que pueda existir” dice sonriendo, incluso algunas veces los vecinos del barrio le piden orientación en la preparación y también el servicio de fumigado a domicilio, él muy orgulloso realiza ese trabajo porque sabe el aporte que hace a la salud preventiva de su comunidad. 

La salud también depende de mí  

Estar informada permanentemente por los medios de comunicación, los talleres  que dan los doctores del barrio y la orientación del personal de Aldeas Infantiles SOS Bolivia, hizo que Isabel y Faustino sean los primeros en acudir al Centro de Salud del barrio cuando se enteraron de la campaña de vacuanación para prevenir la Covid-19. “Esta vacuna nos ayudará a que el virus muera rápido en nuestro cuerpo, no dañará nuestros pulmones y lo más importante, tenemos que estar sanos para cuidar a nuestros hijos, ellos son pequeños y nos necesitan para cumplir sus sueños” dicen mostrando orgullosos el carnet de vacunación que ahora esta bien resguardado y plastificado, “si en nuestras manos está prevenir la enfermedad lo haremos todos  en familia” añade Faustino, mostrando a su vez su carnet de vacunación.  

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Juntos podemos cambiar la vida de miles de niños y niñas