Con el objetivo de fortalecer los mecanismos de protección de la niñez y adolescencia, Aldeas Infantiles SOS junto a la comunidad del Distrito 1 de Potosí, vienen dando continuidad al plan para fortalecer un proceso participativo con padres, madres y estudiantes de la Unidad Educativa Elizardo Pérez. El evento principal reunió a cerca de 200 padres de familia en talleres formativos, mientras que los niños, niñas y adolescentes disfrutaron de una feria educativa llena de actividades lúdicas y mensajes de prevención.

El taller denominado “Te escucho, te guío: comunicación asertiva y prevención del embarazo” abordó temas clave como la adolescencia, la educación sexual integral y la comunicación efectiva en el hogar. A través de dinámicas como “El espejo de la adolescencia”, “El muro de mitos” y “El semáforo de riesgo”, los participantes reflexionaron sobre sus propios prejuicios y adquirieron herramientas para dialogar con sus hijos desde el respeto y la empatía. “Este tipo de espacios nos ayudan a entender mejor a nuestros hijos y a acompañarlos sin miedo”, expresó la señora Carmen, madre de familia participante.

La inauguración del proceso contó con la participación activa de autoridades educativas y representantes de organizaciones aliadas como CEIPA, PASOCAP y el Centro de Salud Villa Colón.

Mientras los padres participaban en las sesiones formativas, los estudiantes disfrutaron de una feria educativa organizada por Aldeas Infantiles SOS, donde aprendieron sobre sus derechos, autocuidado y prevención de riesgos. Juegos, exposiciones y actividades interactivas permitieron que los niños y niñas se expresaran libremente y reforzaran su conocimiento sobre protección. “Me gustó mucho pintar y aprender cómo cuidarme”, comentó Valeria, estudiante de sexto de primaria.

Este proceso marca un hito en el trabajo conjunto entre instituciones y comunidad para construir entornos protectores. La implementación de mecanismos de protección continuará en el Distrito 1, con nuevas actividades que involucren a toda la comunidad educativa. “La prevención no es solo una charla, es un compromiso diario”, concluyó Sadith Tapia, facilitadora del taller. La experiencia vivida en Elizardo Pérez demuestra que cuando las familias se involucran, el cambio es posible.