Nacional
– abril 14 2025
Aldeas Infantiles SOS y Defensoría del Pueblo acuerdan trabajo conjunto por el derecho a vivir en familia
La Defensoría del Pueblo de Bolivia y Aldeas Infantiles SOS Bolivia sellaron una alianza estratégica con el propósito de impulsar la plena vigencia de los derechos de niñas, niños y adolescentes que han perdido o están en riesgo de perder el cuidado familiar.
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Este nuevo convenio propone una agenda de trabajo compartida por 4 años, centrada en la creación de planes de acción que respondan a las necesidades específicas de cada región. De esta manera, la Defensoría del Pueblo y Aldeas Infantiles SOS Bolivia combinarán su experiencia técnica y su red de contactos para fortalecer las instancias locales de protección, difundir información relevante y encaminar investigaciones que sirvan de base para futuras iniciativas en favor de la población infantil.
Desde ambas instituciones se advierte que persisten rezagos en la protección infantil, evidenciados en altos índices de abandono, violencia y falta de recursos adecuados para quienes viven en situaciones de riesgo. Este panorama, según sostienen, demanda respuestas urgentes y articuladas, con el Estado como principal garante de la tutela extraordinaria de la niñez. Por eso es que la agenda de trabajo incluye 4 temas prioritarios.
Pedro Callisaya, Defensor del Pueblo, sostuvo que el convenio con Aldeas Infantiles SOS porque permite “materializar y generar líneas de acción conjuntas para fortalecer el derecho a vivir en familia y el impulso a políticas públicas de protección infantil”, en plena sintonía con la organización. “Este momento nos permite comprometernos nuevamente para avanzar en la vigencia plena de los derechos de niñas y niños”, finalizó la autoridad.
Información actualizada
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Uno de los ejes centrales del convenio se enfoca en la generación de información clara y actualizada sobre niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Con ese fin, la Defensoría del Pueblo y Aldeas Infantiles SOS Bolivia impulsarán investigaciones y diagnósticos que permitan diseñar políticas públicas basadas en evidencia, y que incluyan la participación de la propia infancia en la toma de decisiones.
El estudio realizado sobre el tema en conjunto con la Universidad Católica Boliviana y Aldeas Infantiles SOS establece que en la actualidad existe un millón de niñas y niños que han perdido o están a punto de perder el cuidado de sus familias. Es decir, que hay 1 de cada 4 niños en situación de vulnerabilidad. Los estudios que ambas instituciones acuerdan profundizar esas cifras.
Promoción de becas alimenticias y responsabilidades para niñas y niños que perdieron el cuidado familiar
Otro punto clave es el compromiso de fortalecer las responsabilidades presupuestarias para asegurar el derecho a vivir en familia. Las becas alimenticias, vigentes desde el siglo pasado, muestran asignaciones insuficientes y retrasos que ponen en jaque el desarrollo de la niñez. Con el convenio, se busca revisar y actualizar esos montos, además de promover otras modalidades alternativas de cuidado a niñas y niños.
Dichas becas son un monto de dinero diario que el Estado, tutor de niñas y niños que perdieron el cuidadode sus familias, aporta para su alimentación diaria, ya sea que se encuentren en centros de acogida del Estado o delegados.Según la normativa nacional, son las gobernaciones de cada departamento las que proveen estos recursos que, en muchos casos, ni siquiera llegan a la totalidad de niñas y niños.
Sin un financiamiento adecuado y oportuno, se perpetúa la precariedad en los servicios a niñas y niños que perdieron el cuidado familiar, lo que pone en riesgo el derecho de niñas y niños a desarrollarse plenamente. infantil.
En la actualidad, las asignaciones hechas por el Estado van desde Bs 8diarios por cada niña o niño hasta Bs 15 por día, montos que no llegan a cubrir las necesidades psicosociales de las niñas y niños.
Fortalecer Centros Infantiles
Asimismo, se pondrá énfasis en la recuperación y mejora de los Centros Infantiles, muchos de los cuales enfrentan limitaciones de personal, equipamiento y financiamiento. Ambas instituciones apuestan por articular esfuerzos con autoridades nacionales, departamentales y municipales para asegurar servicios de calidad que contemplen apoyo psicosocial, alimentación balanceada y acceso a la salud, todo ello dentro de entornos que promuevan la protección y el afecto.
Según la normativa nacional, la implementación, mantenimiento y operación de los Centros Infantiles es una competencia de los gobiernos municipales. En ese sentido, hay municipios donde existe una mayor cantidad de centros y su funcionamiento está garantizado. Sin embargo, hay otros donde la crisis actual ha llevado a los gobiernos a cerrarlos o reducir su funcionamiento.
Aldeas Infantiles SOS fue pionera en la implementación de centros infantiles modelo, como espacios integrales donde niñas y niños son atendidos con una propuesta pedagógica de alta calidad, mientras sus papás y mamás trabajan o terminan sus estudios.
Promover servicios de cuidado familiar
El acuerdo fomenta la implementación de servicios alineadas con el Código Niña, Niño y Adolescente y las Directrices sobre modalidades alternativas de cuidadno a niños de Naciones Unidas. De esta manera, se pretende diversificar las opciones de acogimiento, promoviendo la inserción en familias ampliadas osustitutas cuando no sea posible el retorno inmediato a la familia de origen.
Aldeas Infantiles SOS ha trabajado precisamente en servicios de Fortalecimiento Familiar, Reintegración Familiar, Familia Ampliada o Familia Sustituta, en nn conjunto con gobernaciones o municipios, en procura siempre de garantizar su derecho a crecer y desarrollarse con el amor y la protección de una familia.
La deuda histórica con la niñez
En el acto de firma del convenio, Aldeas Infantiles SOS presentó un recorrido histórico sobre la infancia en Bolivia, que muestra que, en los 200 años de vida del país, la infancia más vulnerable ha sido víctima de una constante: ausencia de soluciones a largo plazo. Para ello, se mostraron historias que van desde un niño esclavizado, como Isidro Villalobos en la época colonial, pasando por María Sisa —adolescente indígena invisibilizada y explotada en la era republicana— hasta casos recientes como Eva, la niña alteña que murió de hambre en 2017, o Alexander, el bebé que falleció tras sufrir violencia extrema en un centro de acogida estatal. Todos ellos representan una historia que no cambia, donde la niñez más desprotegida sigue siendo invisible para un sistema que debería cuidarla.
“Estos casos, separados por siglos pero unidos por el abandono, revelan una deuda estructural que Bolivia aún no salda: la garantía real del derecho a vivir en familia, en entornos seguros y protectores. Las muertes de Eva y Alexander, así como la caminata desesperada de cinco hermanos huérfanos desde Poroma a Sucre en 2024, son el reflejo de un Estado que muchas veces llega tarde, y de una sociedad que aún no asume con urgencia la protección de su infancia. La historia se repite —cruda y dolorosa— mientras niñas y niños siguen creciendo entre la injusticia, el olvido y la falta de respuestas”, sostuvo Eduardo Serrano, Sub Director Nacional de Aldeas Infantiles SOS.
Al respecto, Alfonso Lupo, Director Nacional de Aldeas Infantiles SOS, remarcó que esa deuda con la niñez es impagable y que la infancia está otra vez en riesgo de vivir un retroceso en sus derechos dada la situación de crisis que vive el país. “Otra vez hay incertidumbre sobre la asignación de recursos para la niñez. Los primeros que van a perder son los niños porque no hay una voz que los defienda. Lo más fácil es quitarles a los niños porque nadie reclama por ellos”, señaló. Por eso, remarcó la importancia de un convenio con la Defensoría del Pueblo, para que, junto con la comunidad, se ponga el tema de la infancia en la agenda pública como una prioridad.