El blanco es vacío, es ausencia. Así será el futuro de la infancia si la violencia sigue creciendo

La violencia contra niñas, niños y adolescentes tiene muchas caras: el abuso, el maltrato, el abandono, la explotación. Todas son inaceptables y todas dejan cicatrices profundas. Cada acto de violencia les roba la inocencia, apaga su potencial y les quita la confianza en el mundo. No podemos seguir permitiendo que la indiferencia y la falta de acción perpetúen esta realidad.

En este Día Mundial de la Infancia (20 de noviembre), que marca el 35º aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, queremos alzar la voz por los miles de niñas, niños y adolescentes que viven atrapados en un círculo de violencia. Desde Aldeas Infantiles SOS, reafirmamos nuestro compromiso con su protección familiar, su bienestar y su derecho a un presente y un futuro lleno de color, de oportunidades y de amor.

Hoy, hacemos un llamado urgente a gobiernos, instituciones y a cada persona de nuestra sociedad: unámonos para erradicar la violencia infantil. Garantizar la seguridad, la educación y la protección familiar de cada niña y niño, lo cual es una responsabilidad colectiva que no puede esperar.

El blanco es vacío, es ausencia. Así será el futuro de la infancia si la violencia sigue creciendo: un lienzo sin sueños, sin esperanza, sin vida. No hay excusa para la inacción. La infancia no puede esperar. Si no actuamos ahora, estaremos condenando a una generación a crecer en el vacío, pero si nos unimos, podemos pintar un futuro lleno de esperanza, donde cada niña y niño viva protegido, valorado y con el amor de una familia.

¡Digamos basta! La violencia infantil no tiene lugar en el mundo que queremos construir.

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