Tarija – abril 18 2022

Aldeas Infantiles SOS, a un mes del desastre, continúa con el apoyo a niñas y niños en la emergencia de Tarija.

A poco más de 45 días desde que se desbordó la quebrada Ñaurenda en Entre Ríos, Tarija, y con más de 500 niñas, niños y sus familias que lo perdieron casi todo, Aldeas Infantiles SOS continúa brindando ayuda con los Centros Infantiles de Emergencia (CIE).

El agua lo cubrió todo. Levanté a mi esposa y a mi hija de 7 meses y escapamos por el barro. Corrimos y despertamos a nuestros familiares. Escapamos al monte y, desde allí, lo vimos todo. El suelo tronaba feo (…). Los niños gritaban y lloraban; todo sonaba fuerte, y se asustaban”, comenta Hilario, papá de dos hijos.

Los Centros Infantiles de Emergencia de Aldeas Infantiles SOS, en alianza con el Gobierno Municipal de Entre Rios, el Gobierno Departamental de Tarija y la propia comunidad guaraní de la zona 1 del Itika Guasu, están brindando apoyo psicológico y social a 100 niñas, niños y familias afectadas por el desastre. Los centros facilitan el acceso a educación, salud, nutrición y protección especialmente a niñas y niños en primera infancia, utilizando metodologías especializadas para su recuperación ante el desastre.

“Al principio, los niños no podían hablar ni querían jugar; pero, están mejorando cada día. Ahora, están más resilientes y hasta volvieron a jugar fútbol”, comenta Hilario.

La comunidad enfrenta dificultades desde antes de la emergencia, como el acceso a agua potable, problemática que, desde el desastre natural, se agudizó y ha generado mayor estrés en las familias. Aldeas Infantiles SOS, a fin de que el agua sea garantizada para las niñas y niños, instaló tanques de agua en los cuatro Centros Infantiles de Emergencia. Esto está ayudando; pero, aún es necesario garantizar la provisión para todas las familias afectadas.

El desastre dejó muchas secuelas y, a más de 45 días del desborde de la quebrada, la emergencia para las niñas y niños continúa. Varias familias lo perdieron casi todo, incluso seres queridos; pero, las niñas y niños están cada día ganando resiliencia y mejorando junto a sus familias. Se ha avanzado mucho, pero la emergencia continúa.