Aldeas Infantiles SOS en Bolivia despliega una estrategia digital para evitar que más de 2.600 niñas y niños en extrema vulnerabilidad no pierdan el cuidado de sus familias. En 18 meses, Aldeas Infantiles SOS ha entregado 1.334 dispositivos telefónicos y tablets y más de 987 conexiones gratuitas a internet para familias en alta situación de crisis con la que venía trabajando en el país. Todo esto en un contexto en el que el coronavirus agrava la pobreza, empuja a la virtualización y donde, según reportes del INE, el 45% de las familias en el país no tiene acceso a internet.

Antes de la pandemia, más de 1.4 millones de bolivianos vivían en extrema pobreza y alrededor de 900 mil niñas y niños corrían riesgo de perder el cuidado de sus familias debido a violencia, ausencia de empleo, falta de acceso a educación, alcoholismo, acceso a servicios básicos o desnutrición aguda. La pandemia ha profundizado sus niveles de vulnerabilidad y al principio incluso los había alejado de cualquier posibilidad de conectarse con el mundo global online. 

Aldeas Infantiles SOS en Bolivia, al inicio del brote del coronavirus inició la transformación digital de sus servicios de Fortalecimiento Familiar para no perder contacto con las familias, pues el distanciamiento social y la cuarentena obligatoria imposibilitaba visitar a las familias en las zonas periurbanas, el 32% no tenía acceso a telefonía, internet y muchas incluso a medios de comunicación masiva como la televisión o la radio.

Este hecho marcó el inicio de un plan más grande y ambicioso de Aldeas Infantiles SOS, pasar de solucionar el problema del acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a transformar sus servicios de Fortalecimiento Familiar a la virtualidad para aprovechar las oportunidades del mundo online. Desde entonces, las familias con mayores índices de extrema pobreza no solo han aprendido a utilizar la tecnología, pues ya la han apropiado en su vida diaria para el trabajo, la escuela, la salud y el desarrollo familiar.

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La historia de Zaida

Zaida tiene diez años y atraviesa una difícil situación desde la muerte de su madre, ella y sus dos hermanos menores pasaron a vivir con su tía Rocío y sus dos primos. Desde el año 2020 la pandemia del coronavirus agravó la situación de la familia y la de Zaida, quienes no tenían acceso a tecnología ni internet en un contexto donde la escuela, el comercio y la vida diaria se hacen cada vez más digitales.

Desde que Aldeas Infantiles SOS les posibilitó el acceso a la tecnología y al internet, Zaida y su familia pueden pasar clases virtuales, tener asesoría familiar a cualquier momento del día y generar habilidades para el comercio electrónico. 
Al igual que la familia de Zaida, muchas familias han estado cambiando sus realidades con la tecnología, incluso evitando situaciones de violencia, capacitándose en crianza positiva, desarrollo laboral y accediendo a medicina. 

La pandemia de la COVID-19 ha acelerado el uso de las TIC y ha expandido la pobreza, pero miles de familias bolivianas no pueden acceder a sus beneficios. Desde que ha iniciado la pandemia, Aldeas Infantiles SOS en Bolivia ha invertido en infraestructura tecnológica, conexión a internet, capacitación a personal y materiales didácticos multimedia para que miles de niñas y niños de los servicios de fortalecimiento familiar crezcan en familias más cálidas y protectoras.