Hilos de esperanza
Inspiradores

Hilos de esperanza

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Lidia se levanta cada día antes de que salga el sol. Su casa pequeña, a un extremo de la ciudad, comienza a llenarse de ruido mientras sus nueve hijos despiertan. Sabe que tiene lo más valioso: su familia unida, su fuerza y su habilidad para coser.

En 2001, Lidia comenzó a trabajar como ayudante en un taller de costura. Observaba, aprendía y, sobre todo, soñaba. Con el tiempo, juntó lo necesario para comprar su primera máquina de coser. No era nueva, pero funcionaba bien. Con esa máquina y un poco de tela, comenzó a confeccionar ropa deportiva. Su negocio empezó de manera modesta, pero con esfuerzo y perseverancia, poco a poco fue creciendo.

Las cosas no siempre fueron fáciles. Lidia y su familia enfrentaron tiempos difíciles: problemas económicos, una vivienda precaria, y la constante preocupación por la salud y educación de sus hijos. Además, la violencia doméstica dentro de su familia ampliada hacía que las tensiones crecieran aún más. En 2021, el peso de las dificultades parecía insostenible. Fue entonces cuando Lidia decidió pedir ayuda.

“La pandemia nos afectó mucho, no había venta y no nos alcanzaba para vivir. Escuché que en la zona una organización ayudaba a familias y pedí su apoyo”, recuerda Lidia.

Se unió a los servicios de Fortalecimiento Familiar de Aldeas Infantiles SOS en La Paz, una decisión que la llenó de fortaleza para cambiar el rumbo de su familia. Con el apoyo del programa, sus hijos recuperaron su derecho a la salud y la educación. Lidia y su esposo participaron en talleres que los ayudaron a mejorar sus habilidades como cuidadores y a proteger mejor a sus hijos. Además, recibió orientación para hacer crecer su pequeño emprendimiento, que ahora prospera.

Los pedidos de ropa aumentaban y, cuando llegaban encargos grandes, toda la familia se unía. Los hijos mayores cortaban las telas, los pequeños ayudaban a pasar los hilos, y entre todos sacaban adelante el trabajo. Lo que podría haber sido una carga más, se transformó en un momento de unión y amor. En esas largas jornadas de trabajo, mientras cosían juntos, fortalecían también los lazos de su familia.