Judith tiene 16 años y es raquetbolista, recientemente ganó el Torneo Nacional Infanto-Juvenil de Ráquetbol en la categoría dobles; ahora se prepara para representar al país en el mundial de Guatemala.
La pasión por el raquetbol nació cuando Judith tenía once años, ella recuerda que su profesor visitó la Aldea Infantil e invitó a los niños y niñas a practicar este deporte. Su mamá no dudó en inscribir a Judith y a sus dos hermanos para que puedan encontrar en el deporte una motivación de vida.
“En esa época, Judith era pequeña. Cuando tomó por primera vez una raqueta vi en sus ojos un brillo especial, desde ese momento supe que no me había equivocado en apostar porque mi hija se convierta en raquetbolista”, comenta su mamá.
El apoyo de su familia fue fundamental para que Judith se desarrolle en este deporte, su mamá y hermanos la motivan y acompañan en su deseo de llegar al podio más alto como deportista.
“Mis hermanos Gregorio y Alfonso fueron mis maestros y competidores. Llegar a un campeonato internacional es un logro de los tres”, dice Judith, muy contenta acariciando su medalla y su raqueta.
Preparación constante
Todas las tardes, después de haber cumplido con las tareas del colegio, Judith sale de su casa rumbo a sus entrenamientos. Camina pensativa, lleva una mochila en la que carga su raqueta y en su cabeza, todas las jugadas posibles para triunfar.
El Club Leopardos, al que asiste desde sus once años, se encuentra a pocos pasos de su casa, por lo que acelera el paso para llegar lo más rápido posible a la cancha y comenzar a entrenar. Su entrenador es una figura importante para su crecimiento como deportista, “el entrenador nos impulsa todos los días a mejorar, es un gran incentivo para mí”, comenta Judith.
Por su esfuerzo y evolución, Judith y su club participaron en el Torneo Nacional de Raquet, realizado en el mes de septiembre en la ciudad de Oruro, en la categoría “singles” y “dobles”. Judith y su compañera de cancha lograron salir campeonas en dobles, en representación de Chuquisaca.
“Fue una gran alegría para las dos, entrenamos duro los últimos tres meses y gracias a ello salimos campeonas, ahora nos vamos a competir a Guatemala en representación del país”, comentó durante la premiación.
Para Judith, el campeonato internacional es un sueño hecho realidad, pese a los dos años de pandemia que para ella fueron un retroceso. “No podía entrenar, mis sueños se habían postergado. Cuando se flexibilizaron las medidas por la pandemia, no lo pensé dos veces y entrené fuerte, y mi familia me apoyó. Ahora, mis sueños vuelven a encaminarse para ser una campeona mundial de ráquet”, dice.
Judith ya fue invitada para viajar al mundial de ráquetbol en Colombia para representar al país. Su talento e ímpetu son tan certeros que ya tienen la meta fijada y están empezando a juntar los fondos para su viaje. Su familia SOS la apoya, la ama y continuarán cumpliendo, paso a paso, aquellos sueños que la inspiran.
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