Detrás de un negocio familiar está el esfuerzo, la capacitación y la unión
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Detrás de un negocio familiar está el esfuerzo, la capacitación y la unión

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Detrás de un negocio familiar está el esfuerzo, la capacitación y la unión

En el Distrito 10 de Santa Cruz existe una panadería que ofrece los panes más deliciosos de la zona. Los ingredientes que utilizan son los tradicionales, pero le añaden un ingrediente especial llamado unión familiar.  

Se trata de la panadería de la señora Rocío, quien junto a su esposo y sus seis hijos decidieron emprender este negocio desde hace años atrás. Rocío y su familia también decidieron cuidar a sus dos nietos, con quienes se completa la familia. 

La preparación y venta de los panes se hace en familia. Rocío y una de sus hijas preparan la masa en las mañanas y por las tardes junto a su esposo las hornean. Otra de sus hijas ayuda en la venta de los panes en el mercado. Al mismo tiempo, su hijo de 15 años entrega los panes recién horneados a sus vecinos en su bicicleta, según los pedidos que reciben en el grupo de WhatsApp que crearon. Finalmente, los más pequeños apoyan en la limpieza y también aprenden del negocio.   

“Mis hijos y mis nietos son testigos del trabajo, ellos saben que tienen este sustento y deben aprender a manejarlo, yo los motivo; cada fin de semana preparamos una nueva receta, principalmente postres y compartimos en familia”, comenta Rocío. 

El reto de mantener a su familia unida en la pandemia 

La pandemia por la Covid-19 afectó duramente a la familia de Rocío, no solo en sus ingresos económicos, sino en la unión familiar. “Se juntó todo, la pandemia afectó mucho mi negocio y en ese tiempo decidí hacerme cargo y cuidar a mis dos nietos, Aldeas Infantiles SOS me ayudó a que se queden conmigo y crezcan en esta gran familia. Fue difícil, teníamos que ver la forma de mantener la casa”, recuerda Rocío, mientras alista los ingredientes para preparar horneados tradicionales. 

La panadería tuvo altas y bajas en cada ola de la pandemia, no encontraba estabilidad. Rocío comenzó un proceso de capacitación que gestionó Aldeas Infantiles SOS en panadería, pastelería y emprendimiento, además de asistencia emocional y apoyo económico tanto para la alimentación de la familia como para la compra de los insumos del negocio. 

La transformación digital, un aporte sustancial en tiempos de virtualidad 

En un contexto cada vez más virtual, Rocío y su familia accedieron a internet y equipos tecnológicos para continuar con su desarrollo familiar. Todos los integrantes han venido desarrollando capacidades sobre el uso responsable del internet, además de la utilización de las plataformas digitales para la educación y la formación. 

“La entrega del dispositivo, la instalación del internet y la capacitación nos ayudó mucho para las clases de los niños, nos organizamos para darles un buen uso. Ha habido mucha emoción en mis hijos, se sienten felices cuando pasan sus clases sin retrasos. Pasamos las terapias familiares y talleres de formación”, manifiesta Rocío. 

El acceso a la tecnología también le permitió mejorar su negocio, utilizando las redes sociales para la venta de los panes y atención a los clientes de manera rápida. Asimismo, le permitió fortalecer sus habilidades en repostería, llegando a compartir todo lo aprendido con otras mamás. 

“Todo lo que aprendí lo comparto también con otras mamás de los servicios de Aldeas Infantiles SOS, nos reunimos semanalmente por Zoom, cada una tiene sus ingredientes y yo les enseñó la preparación, la anterior semana hicimos donuts y este haremos alfajores” concluye Rocío entre risas. 

Rocío y su familia son participantes de los servicios de fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS en Santa Cruz.