Sonia es una joven alegre llena de sueños y aspiraciones
Inspiradores

Los sueños no tienen fronteras

Con 22 años, Sonia es una joven alegre llena de sueños y aspiraciones.

Sonia estudió en la Universidad Católica Boliviana, es licenciada en Gestión Empresarial y en los próximos meses planea viajar por Argentina trabajando como voluntaria con poblaciones en riesgo, mientras espera la respuesta a su postulación a una maestría en Negocios Internacionales en España. Cuando tenía cuatro años llegó a la Aldea de Mallasa Sonia trasmite mucha alegría cuando habla de sus recuerdos de infancia: “Los primeros días en la Aldea me perdía, pero siempre me sentí feliz, sobretodo porque mis hermanos estaban conmigo. Crecer en la Aldea te enseña el valor de las cosas, aprendes a ser independiente. Yo siempre tuve buenos ejemplos y mucho apoyo. Recuerdo con mucho cariño como mis hermanos y yo jugábamos en el parque”.

Sonia siempre ha sido una estudiante destacada, trabaja en un banco y estudia inglés, “la educación siempre fue importante y tuve la suerte de tener las oportunidades que me ayudaron a crecer en todo sentido”.

Sonia mantiene una relación muy cercana con su Mamá SOS Vilma. Habla con ella todos los días y la visita por lo menos una vez al mes.

 “mi mamá Vilma siempre fue muy cariñosa conmigo y quiero que se sienta orgullosa de mi. Mis hermanos y yo tenemos recuerdos familiares muy lindos. sobretodo en la época de Navidad. Mi familia es mi inspiración para seguir adelante, me gustaría que todos los niños en Bolivia tuvieran una infancia feliz porque el afecto que uno recibe de pequeño te marca para siempre. Crecer en la Aldea cambió mi vida”.

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