Todas las mañanas, José se levanta temprano y acompaña a sus 4 hijos al colegio. De camino, aprovecha para recomendarles los cuidados que deben tener cuando vuelvan a casa saliendo de clases.
Deja a 2 niños en un colegio y camina a paso veloz 3 cuadras para asegurarse de que los dos más pequeños lleguen a tiempo a su colegio también. Inmediatamente los niños ingresan por el portón, regresa a su trabajo en el Centro Municipal de Capacitaciones de Tarija en el que desempeña labores de mantenimiento y portería.
Hace algunos años la tragedia marcó la vida de José. Él y su esposa vivían junto a sus hijos en la casa de sus suegros en una comunidad rural cercana a la ciudad de Tarija; sin embargo, un desafortunado accidente le arrebató a su esposa. José no tuvo tiempo de vivir su duelo, pues tras el fallecimiento tuvo que asumir el cuidado de sus 4 hijos en un contexto atravesado por los constantes conflictos con la familia de su esposa.