En Bolivia, la ola de violencia infantil es alarmante. En solo seis meses del 2022, la Fiscalía General del Estado registró 1.318 delitos de violencia contra niñas y niños, lo que en promedio es siete casos por día, además, la mayoría de los casos no se denuncian o registran.
La violencia infantil toma muchas formas y es un problema presente en todo el país, cada día y a cada hora. El maltrato emocional, físico, sexual y la negligencia son las formas más evidentes, esto puede ser obvio o invisible. Por lo general, el problema tiende a empeorar si no se detiene a tiempo.
Cuando la violencia se agrava y se asocia con otros factores estructurales, niñas y niños llegan a uno de los escalones más fatales de la violencia: perder el cuidado de sus familias y encontrarse solos en el mundo.
En este contexto, Aldeas Infantiles SOS trabaja esencialmente con niñas y niños que atraviesan o atravesaron altos grados de violencia. En esencia, día a día la labor de Aldeas Infantiles SOS es prevenir la violencia y ayudar a superarla desde un enfoque familiar, utilizando metodologías psicosociales para generar entornos protectores y crianza positiva para niñas y niños, además de abordar estructuralmente las diferentes problemáticas que afectan a las familias. 

NO JUEGAN A ESCONDERSE, SE ESCONDEN DE LA VIOLENCIA.

Nuestra campaña busca movilizar a autoridades, líderes comunitarios, juntas vecinales, líderes de opinión, medios de comunicación, empresas, donantes y núcleos familiares a un movimiento social sensible y comprometido con la prevención de la violencia infantil en Bolivia, generando un cambio de comportamiento frente a la violencia y buscando que niñas y niños crezcan en familias protectoras.
Juntos demostremos que niñas y niños #MeImportan